Chamame




quarta-feira, 11 de outubro de 2006

Gran Homenaje al Chamamé

Con un auditorio repleto, se realizó en el Senado de Nación el Homenaje al Chamamé en el que se entregaron los Diplomas de Honor en Reconocimiento por su Aporte a la Cultura a Salvador Miqueri y a Antonio Tarragó Ros.

El Acto fue organizado por los Senadores Nacionales por Corrientes, Anahí Sánchez, Isabel Viudez y Fabián Ríos. No faltaron momentos emotivos comenzó cuando el poeta mburucuyano Juan Carlos Jensen dedicó sus estrofas a Don Salvador y su amigo Quico Vallejos le recitó el poema escrito en su honor.

Salvador Miqueri, nació hace 80 años, en Mburucuyá, a los 15 años se inició en el noble culto de la guitarra y a los 17 se recibió de docente, tarea que ejerció con amor durante 36 años. Desde la conformación del mítico "Dúo Vera - Lucero" que integró bajo el seudónimo Argentino Lucero, entró al espacio de los grandes del chamamé, pedestal que comparte con otros ídolos como Tránsito Cocomarola, Eustaquio Miño y Avelino Flores con quienes además compartió escenarios y canciones.

La creatividad poética de Miqueri y la línea melódica que el dúo inaugura, harían escuela en el chamamé. Miqueri lleva ya 60 años de su vida dedicados a la música correntina, actualmente integra el conjunto "Trébol de Ases", junto a Avelino Flores en el bandoneón, Alfredo Almeida en guitarra y Quico Vallejos en las glosas. Ha grabado alrededor de 30 discos y compuesto letra y música de más de 150 melodías. Su hijo Gustavo sigue los pasos musicales de su padre.

A lo largo de su carrera ha recibido numerosos homenajes: de la Cámara de Diputados de la Nación; cantó en el teatro Colon, máximo coliseo argentino, en el tradicional Teatro Vera de la Ciudad de Corrientes; ha sido declarado "Ciudadano Ilustre" en la capital correntina y en San Luis del Palmar; es "Huésped de Honor" en las localidades de Ituzaingó y Riachuelo. Además llevan su nombre calles en las ciudades de Itá Ibaté y Corrientes.

En recuerdo a lo que fuera su primera vocación y por pedido de la comunidad se bautizó con su nombre la escuela 942 del Paraje El Caimán, Departamento de Concepción.

Pero como lo mencionara Juan Carlos Jensen en su alocución sobre el maestro, es su ciudad natal, Mburucuyá, la que no se cansa de celebrar a su hijo dilecto: nombrando a una calle "Viejo Sendero"como el título de una de sus canciones, erigiendo un monumento en su honor e instituyendo al año 2003 como "Año Homenaje a Salvador Miqueri".

Después le tocó el turno al periodista Roberto Quirno quien presentó a Antonio Tarragó Ros y a su lucha por el reconocimiento del Chamamé en Buenos Aires y en todo el país.

Antonio Tarragó Ros nació en 1947 en Curuzú Cuatiá, se crió con sus abuelos paternos: Antonio y Florinda Ros, ambos catalanes anarquistas, quienes le inculcaron sus enseñanzas libertarias. Luego de la muerte de sus abuelos pasaron algunos años hasta que Antoñito eligiera vivir con su padrino del alma, Gualberto Panozzo, quien además de enseñarle el uso del acordeón, le narraba las glorias de su padre "El rey del Chamamé" Tarragó Ros, un artista que dedicó su vida a enamorar al país con la música correntina.

Ya crecido, fue a vivir con su padre a Rosario, esta convivencia y el espíritu progresista de la ciudad, terminó de moldear en Antonio la necesidad de crear su propia música, e a que hablaba de sus orígenes pero que traía vientos de cambio para el chamamé tanto en su melodía como en sus letras.

Pero como lo anticipara su amigo, el periodista Roberto Quirno, aún con el ímpetu juvenil, tocar Chamamé no fue fácil, en aquella época esta música era injustamente menospreciada, pero hoy gracias al esfuerzo de muchos artistas que nunca se rindieron ante este prejuicio, como Antonio Tarragó Ros, la música correntina es escuchada y admirada no solo en Buenos aires sino también en tierras más lejanas como Francia y Japón.

El cancionero de Antonio es extenso, con 285 temas algunos tan reconocidos como "Canción para Carito" escrita con León Gieco; "María Va"; "Argentina
Secreta"; "Sin Ley"; "De Pandorga y Miel"; "El cielo del Albañil" junto Teresa Parodi; "Eleuterio, Un correntino de ley" con Luis Landriscina; "Irupé, la Dulce Flor"; "La vida y la libertad"; "Pájaros Isleños" y "Yo voy
Mariscando" junto a Pocho Roch..

Antonio se ha distinguido no sólo como uno de los íconos de la nueva música correntina, sino también por su compromiso con las causas sociales. Es además un compositor reconocido por la calidad de su trabajo; realizó la banda sonora de varios film argentinos y recibió numerosos premios y reconocimientos en nuestro país y en el mundo. Sus hijas Irupé y Laura continúan los pasos creativos e innovadores de su padre.

El acto no pudo tener música por el luto nacional a raíz de la trágica muerte de los chicos de una escuela secundaria de Villa Crespo, en la capital. Pero de manera muy respetuosa, Antonio le dedicó "Madrecita", el chamamé escrito por su padre. El artista curuzucuateño también aprovechó la ocasión para solicitar una ley de protección a la creación intelectual.

El año pasado la Senadora Anahí Sánchez organizó el Homenaje a los Artistas fallecidos el 8 de Septiembre en Bella Vista, con la presencia del Grupo Integración integrado por Bocha Sheridan, Ricardo Scófano, Cacho Espíndola y Ramón Quintana en esa oportunidad el Diploma de Honor se entregó a los reconocidos Pocho Roch y Julián "Paí" Zini. La Intención de la Legisladora Correntina es que el Senado Declare el "Mes del Chamamé" para que anualmente se repita este reconocimiento a nuestra música.

Fuente: CorrientesNoticias.com.ar

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