“Entre amigos” Juan y Ernestito Montiel

Ambos artistas llegan al escenario del Teatro Vera, dependiente de la Subsecretaría de Cultura de la Provincia en un espectáculo con músicos invitados.
Esta vez serán Papi Miño y su conjunto quienes acompañarán a Juan y Ernestito Montiel en un espectáculo que al decir de sus protagonistas pretende emular un encuentro que tuvo lugar hace cuarenta años cuando Ernesto Montiel con su cuarteto típico “Santa Ana” homenajeaba a su par “Eustaquio Miño y sus muchachos” con un ‘festival danzante’ realizado en el salón Rincón de Corrientes del barrio de Constitución en Buenos Aires. Aquella noche participaron del espectáculo, entre otros: Miguel Repiso, Ramón Estigarribia, Isaco Abitbol y su Trío, Tito Aranda y su Trío, Julio Montes –El Mencho Cirilo-
En esta oportunidad serán Juan Montiel y su hijo Ernestito quienes junto a Eustaquio Miño (h) rememorarán el repertorio clásico y sumarán títulos más contemporáneos: “Caraí Michelli”, “Serenata en Barranqueras”, “Amándote”, entre otras.
Juan, sobrino de Ernesto Montiel desarrolla de muy joven su carrera musical con singular éxito, presentándose inicialmente con el nombre de Juan Angel –su nombre- y Montiel –el apellido de su madre, hermana del creador del cuarteto Santa Ana.
ERNESTITO
A este camino artístico se suma su hijo a quien conocemos como “Ernestito”, en homenaje a la maravillosa figura de su tío y el hijo de éste que también lleva el nombre del maestro Ernesto Montiel.
Fue el 7 de noviembre de 2002, cuando “Ernestito Montiel” cumplía 13 años, su tía abuela, Juana Notto viuda de Montiel, le regala públicamente el acordeón con que Don Ernesto grabara su último material discográfico.
De esta manera el joven cumple uno de sus mayores sueños 'ejecutar el acordeón del ‘Maestro’, a quien no conoció. “Era un sueño que tuve desde antes de nacer”, dijo Ernestito al recibir preciado regalo. De pequeño viene presentándose en diversos festivales, fiestas, teatros, y escuelas, de Chaco, Corrientes y Buenos Aires.
Su condición de autodidacta lo llevó a aprender solo su primer chamamé, y asegura haber decido sin influencias desarrollarse en el camino musical, opción por la que trabaja constantemente junto a su padre Juan Montiel en acordeón, José Ramírez en guitarra, Gabriel Cabrera en bajo.